Hubo una vez un niño al que le encantaban los bocadillos de jamón de york, siempre le pedía a su madre que se los hiciera para almorzar; un día en clase de química le entró mucha hambre y sacó su bocadillo, nuestro súper héroe estaba esperando su muerte como las demás lonchas de jamón, cuando por suerte, su dueño se cansó del bocadillo y dejo un puntita de pan con nuestro amigo, el cual fue a parar a una papelera.
Nuestro amigo aún era una inerte loncha de jamón, pero por la noche todo cambió, la profesora de química estaba investigando sobre un compuesto que hacía hablar a las plantas y les daba superpoderes, pero todos sus intentos eran nulos; harta de tantos años de investigando, tiro toda su investigación y sus productos a la papelera, donde se encontraba nuestro amigo; pero lo que ella no sabía era que todos sus estudios habían dado fruto pero no en plantas, si no en una loncha de jamón de york.
Así nació SÚPER JAMÓN DE YORK, el cual harto de las injusticias con sus iguales, se dedicó a liberar a las indefensas lonchas de jamón de los voraces niños que esperaban la hora del almuerzo para poder devorarlas.
Nuestro amigo aún era una inerte loncha de jamón, pero por la noche todo cambió, la profesora de química estaba investigando sobre un compuesto que hacía hablar a las plantas y les daba superpoderes, pero todos sus intentos eran nulos; harta de tantos años de investigando, tiro toda su investigación y sus productos a la papelera, donde se encontraba nuestro amigo; pero lo que ella no sabía era que todos sus estudios habían dado fruto pero no en plantas, si no en una loncha de jamón de york.
Así nació SÚPER JAMÓN DE YORK, el cual harto de las injusticias con sus iguales, se dedicó a liberar a las indefensas lonchas de jamón de los voraces niños que esperaban la hora del almuerzo para poder devorarlas.